A raíz de la cosmovisión, memoria y cultura de los ancestros inca y quechua aymara, hoy se festeja gracias a que los INCA quienes expandieron la festa del Sol como ceremonia ancestral en el Abya Ayala para recibir el Sol, ofrendando el animal espiritual la llama, la chicha, coca, con cantos, danzas; asi desde la comunidad educativa Pachakuti caminan en el proceso de investigación espiritual e histórica retomando la memoria de los ancestros.
Por lo anterior, en el territorio Rumiyaku se retoman los trajes en la representación al INCA, la kolla, los guerreros, los niños con trajes amarillos simbolizando al sol, Ayahuma máscaras que representan los espíritus de la naturaleza con conexión espiritual.
La Tulpa el inicio del todo para los pueblos originarios, desde allí partió el recorrido territorial convocando a la comunidad con la música, danza, colores, zapateando, gritos de alegría con el rugir del Caracol como herramienta espiritual.
La comunidad de Rumillaku hizo memoria al contexto del solsticio cuando la madre tierra se ubica debajo del sol, exactamente en el emisferio norte, esto pasa cada año, nuevos vientos, energías recargadas, armonizando la madre Tierra.
En comunidad apuestan vitalizar la lengua originaria rindiendo cantos al taita INTI traducidas en Runa Shimi, canto de resistencia a los cuidanderos del territorio en lengua originaria son las formas de resistir en el territorio.
Las ofrendas de la chicha y de la coca bebida y planta sagrada de los ancestros se acompañó de las danzas ceremoniales con música de chirirmia yanakuna para conmemorar el inti raimi, zapateando y convocando a los espíritus día y noche.
Los Juegos ancestrales con actividades de fuerza y agilidad, los niños aprendiendo de los mayores, los mayores de los jóvenes, las mujeres dinamizando con su participación y armonizando el espacio con alegría y buena energía en comunidad.
Fuente: Institucion Educativa Pachakuti.
Por, Vientos de comunicación CRIHU.
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