Territorio Rumiyaku, 7 de noviembre de 2025.
Mayores y Mayoras orientan el camino político-organizativo del CRIHU en conversatorio de reflexión y sabiduría.
En un espacio de palabra viva y profunda reflexión, los Mayores, Mayoras, Tatas y Mamás de los ocho pueblos que integran el Consejo Regional Indígena del Huila (CRIHU) se reunieron en un diálogo de saberes, orientado por el consejero Político Bernandino Menza, para tejer colectivamente la memoria y el futuro de los procesos políticos-organizativos de la organización.
Durante el encuentro, se abordaron los sueños, retos y desafíos del caminar del CRIHU, reafirmando los principios que sustentan su horizonte: Unidad, Territorio, Cultura y Autonomía. Los mayores compartieron sus pensamientos, orientaciones y visiones de futuro, resaltando que el fortalecimiento político-organizativo y la gobernabilidad territorial son caminos indispensables para la defensa y exigencia de los derechos de los pueblos indígenas y su materialización en los territorios ancestrales.
Asimismo, se reafirmó el compromiso de ejercer el blindaje territorial mediante el cuidado y la liberación de los mojones ancestrales, con pagamentos a los sitios sagrados como símbolo de lucha, resistencia y herencia espiritual para las nuevas generaciones. La lengua originaria fue resaltada como esencia de vida y poder de los pueblos, símbolo de pervivencia, resistencia y continuidad en el tiempo.
Las voces de los pueblos Nasa, Misak y Yanakuna también tuvieron un lugar central en la conversación.
El pueblo Nasa recordó su caminar desde 1994, cuando salieron a recuperar, liberar y proteger la Madre Tierra como camino de resistencia y pervivencia a través de la educación propia. El pueblo Misak reafirmó el mandato de “Recuperar la tierra para recuperarlo todo”, buscando el fortalecimiento económico y productivo desde el Buen Vivir comunitario. Por su parte, el pueblo Yanakuna resaltó su origen en el gran territorio ancestral de Abya Yala, Tawantinsuyu, con la visión de fortalecer la lengua originaria y el gobierno propio como pilares del Buen Vivir.
Entre las orientaciones, los mayores también enfatizaron la necesidad de cumplir y vivenciar los mandatos, evitar que los procesos financieros dividan la organización y fortalecer las economías propias mediante la siembra, producción y cosecha, bases de la resistencia espiritual y material de los pueblos milenarios.
El Mayor subrayó además la necesidad de implementar rutas metodológicas de unión y hermandad entre las regionales AISO, AICO, ONIC, CRIC, COCOIN y CRIDEC, así como de avanzar hacia la construcción de una Casa para los ocho pueblos, un espacio que simbolice la unidad y el caminar conjunto desde las bases comunitarias.
Finalmente, se hizo presentación de los informes de las diez Consejerías: Consejería de Juventud, Consejería de Vientos de Comunicación, Consejería de Educación y Cultura, Consejería de Política, Consejería de Administración y Economías Propias, Consejería de Sabiduría Ancestral, Consejería de Territorio y Buen Vivir, Consejería de Relacionamiento y secretaria general, Consejería de mujer y familia y Consejería de defensa de vida.
Cada uno brindó un balance del camino recorrido, nombrando las actividades realizadas, los resultados obtenidos, las dificultades, las proyecciones y afirmando que los procesos de cada Consejería no son ajenos unos de otros, son el hilo conductor que une, construye, despierta y se vivencian desde el sentir indígena para mantener viva nuestra memoria histórica.
El conversatorio cerró con un mensaje de profunda reflexión:
“La espiritualidad es la principal fuerza y resistencia para la pervivencia de los pueblos originarios.”
Así, el CRIHU continúa caminando desde la palabra de los mayores, tejiendo futuro desde la raíz y reafirmando su compromiso con la vida, la tierra y la unidad de los pueblos.

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